Se narró con la autoridad de Abu Khaldeh que dijo: Vine con Muhammad bin Sirin, y si venía un hombre, le decía que vi que estaba bebiendo de un tubo y era con dos cabezas. Bebo de una agua dulce y de la otra agua salada amarga. Ibn Sirin le dijo: Tienes una mujer y ella tiene una hermana, así que lo usas, así que arrepiéntete y regresa a Dios Todopoderoso .