Al-Qayrawani dijo : En cuanto al contrato de matrimonio de una mujer desconocida, si el contratista estaba enfermo y murió, y si estaba despierto, hizo un contrato para un sultán o presenció el testimonio de una persona asesinada, porque la mujer es una gobernante, y el coito es como el asesinato, y el macho es como el puñal y la lanza, especialmente aquél en el que la sangre fluye del acto . Y si se sabe o se le atribuye a él o su padre es un anciano, entonces tiene un rostro del mundo, ya sea una casa, un esclavo o una tienda, o compra una mercancía, o le gana dinero que es reconocido por él mismo . Si su tiempo se pospone hasta que entre a la esposa y satisfaga sus necesidades, entonces lo pospuesto se acelerará .