El jurista, Muhammad bin Sirin, que Dios tenga piedad de él, dijo: Salimos una vez de viaje y éramos tres personas, así que uno de nosotros se durmió y vimos una luz como una lámpara que le salía de la nariz, así que se secó la cara y dijo: Vi en esta cueva un tesoro. Dijo que luego entramos y encontramos en él un remanente del tesoro y se dijo que una mujer vino a Aber y dijo que vi en un sueño como si mi esposo me entregara a Nrjdzisa y le entregara a Dharta. Asa le dijo que se divorciara y que sobresaliera pero escuché las palabras del poeta ( no la era de Nargis sino Covenant Las …)