Al-Kirmani dijo: “Quien vio al Profeta feliz con una pantalla que indica gloria, dignidad y victoria, y si lo vio, una cara enojada y con el ceño fruncido indica angustia y enfermedad, y podría encontrarlo como un alivio, y si lo vio si escuchó o tomó algo de un profeta, tendría una parte del conocimiento de ese Profeta y sería feliz .